miércoles, 13 de marzo de 2013

MEDICO QUIRÚRGICO Aparato respiratorio

Aparato respiratorio

La principal función del aparato respiratorio es poner en contacto la sangre venosa con los gases que introducimos mediante la respiración y así conseguir una sangre arterializada. Decimos que una sangre es arterializada cuando tiene una concentración adecuada tanto de oxígeno como de CO2.

 Anatomía
El aparato respiratorio se divide en dos grandes porciones:

Porción superior:

Va desde las fosas nasales hasta el cartílago cricoides, que está en la parte superior de la tráquea.

Tiene las siguientes misiones:

v  Conducir el aire.
v  Humidificar el aire.
v  Defender de la presencia de sustancias extrañas.( filtración)

Es importante su misión porque así se evita que penetre aire muy frío en el territorio inferior y que puede dar reacciones anómalas por parte de éste como tos, cierre de vías aéreas o disnea. También evita la introducción de partículas extrañas responsables de una infección o de respuestas.

Las celulas de esta zona tienen unos apendices CILIOS capaces de retener las particulas anormales  del aire. Estas particulas se juntan con el moco, el cual contribuye a atrapar a esas sustancias anormales del aire, solo cuando estas son superiores a 10 micras.
Una vez que esas sustancias extrañas estan fijadas ( por los cilios y el moco)
 se expulsan por 2 mecanismos:  Estornudos y  Deglución

Porción inferior:

Se extiende desde la traquea hasta los alvéolos. El diámetro de la tráquea es de 15mm. La porción final de la tráquea constituye lo que se llama carina. De ahí surgen dos grandes divisiones que va a ser una para el pulmón derecho y otra para el izquierdo. Estas dos divisiones se llaman bronquios principales.

Después de esta primera división se van ramificando, como si fueran las ramas de un árbol hasta acabar en los llamados bronquiolos terminales.

La diferencia entre bronquio y bronquiolo es que los bronquiolos no tienen en su estructura microscópica tejido cartilaginoso. El pulmón derecho consta de tres segmentos que son el lóbulo superior derecho, el lóbulo medio derecho y el lóbulo inferior derecho. El pulmón izquierdo consta de dos segmentos que son el lóbulo superior izquierdo y el lóbulo inferior izquierdo. Sin embargo en el lóbulo superior izquierdo está metido el equivalente al lóbulo medio derecho que es el lingula.

Estructura histológica de los bronquios:

Si miramos al microscopio un bronquio o parte de la traquea, la parte más superficial se llama mucosa.

Esta mucosa consta de células epiteliales que tienen cilios. Entre las células epiteliales ciliadas hay otras células que son las células clara que son unas de las encargadas de producir moco.

Debajo está la submucosa donde encontramos glándulas que son las más importantes productoras de moco.

Debajo tiene una capa muscular compuesta de músculo liso. Este músculo es importante porque en algunas situaciones es capaz de contraerse y al contraerse ocasiona una disminución del calibre de los bronquios. Esta contracción se da sobre todo en los enfermos asmáticos.

Por último viene la capa fibrocartilaginosa que es la capa que produce que la pared del bronquio tenga una cierta rigidez. Está constituido por tejido fibroso y cartílago.

Perfusión de los pulmones:  Irrigación del aparato respiratorio inferior

La perfusión es el aporte de sangre a los pulmones. Los pulmones tienen un doble sistema de aporte sanguíneo. Así, por una parte recibe sangre arterial y por otra sangre venosa. La sangre arterial procede de ramas de la arteria aorta y va a ser la encargada de suministrar sangre arterial a traquea, bronquios y bronquiolos. La sangre venosa procede de la arteria pulmonar y por sus múltiples ramas va a llegar hasta los 


Fases de la respiración

VENTILACIÓN

Consideramos como ventilación al proceso de entrada y salida de aire de los pulmones. El aire penetra en los pulmones porque en la inspiración se genera una presión por debajo de la atmosférica en su interior. Cuando esto sucede, el aire del exterior penetra. Las estructuras responsables de la inspiración son los músculos inspiratorios, de los cuales el principal es el diafragma. Su labor se ve complementada por los intercostales. La espiración es un fenómeno pasivo. Se debe por una parte a la contracción de los músculos espiratorios. Por otra parte se debe a las propiedades elásticas del pulmón.

Con cada ciclo respiratorio movilizamos aproximadamente 500ml de aire. Si asumimos que cada adulto tiene una frecuencia respiratoria de 16 resp/min, el volumen respiratorio es aproximadamente de 8l.

500ml (volumen corriente) ´ 16resp/min (frecuencia respiratoria) = 8l (volumen respiratorio)

Un tercio del volumen respiratorio no llega a los alvéolos porque una parte se queda en las vías aéreas, tanto en los  bronquios como en los bronquiolos, constituyendo el espacio muerto anatómico y otra parte se queda en los alvéolos ventilados pero que no están perfundidos, es decir, a los que no llega la sangre, constituyen el espacio muerto fisiológico.

PERFUSION

De forma resumida seria el aporte sanguíneo a los pulmones para que se establezca el intercambio respiratorio.
Son los mecanismos por los cuales la sangre procedente del ventrículo derecho y a través de la arteria pulmonar y sus ramas llega a los alvéolos. Para que el aporte de sangre o perfusión sea correcto es necesario que el corazón funcione de manera adecuada y que las arterias se encuentren libres y permeables.
Puede haber también una perfusión disminuida en personas que tengan anemia, shock… Hay más aporte de sangre a las bases pulmonares que a los vértices por la ley de la gravedad.


DIFUSIÓN


La difusión es el mecanismo por el cual pasan los gases desde los alvéolos a la sangre o viceversa. Esta difusión se realiza a través de lo que se llama membrana alveolo-capilar (separa los alvéolos de los capilares).
Está constituido por un tejido epitelial y en condiciones fisiológicas tiene que ser extremadamente delgada con el fin de que los gases difundan por ella con facilidad. En alguna enfermedad como la fibrosis o el enfisema esta membrana está aumentada de tamaño y causa una insuficiencia respiratoria.
Para que fluyan los gases tiene que haber una diferencia de presiones. Por ejemplo al alvéolo llega el aire que respiramos y existen las siguientes presiones: inspiración

        Presión parcial de oxígeno que es de 100mm Hg.
        Presión parcial de CO2 que es de 40mm Hg.

Por debajo del alvéolo están los capilares que llevan sangre. A la entrada del capilar, hay las siguientes presiones:

Presión parcial de oxígeno que es de 40mm Hg.
Presión parcial de CO2 que es de 45mm Hg.

Al final del recorrido de la sangre por el alvéolo tendremos una presión parcial de oxígeno de 90mm Hg y una presión parcial de CO2 de 40mm Hg. En el recorrido por el capilar ha habido una transferencia de gases debido a la diferencia de presión entre la presión parcial de oxígeno de los bronquios y la presión parcial de oxígeno del capilar, lo que hace que la presión parcial de oxígeno final sea de 90mm Hg. Con la escasa diferencia de presión de 5mm Hg pasa muy bien por la membrana alveolo-capilar ya que es 20 veces más permeable al CO2 que al oxígeno. Este mecanismo es la difusión.

Pero también forma parte de este mecanismo lo que se llama relación ventilación-perfusión (V/Q).


INSUFICIENCIA RESPIRATORIA 

Definición


El diagnóstico de la insuficiencia respiratoria se basa única y exclusivamente en el análisis de los gases en la sangre. De acuerdo con estos análisis se habla de insuficiencia respiratoria:

1.    Cuando existe una hipoxemia. Un sujeto tiene hipoxemia cuando la presión arterial de oxígeno, con el sujeto respirando aire ambiental es menor de 60mmHg. Si a pesar de respirar oxígeno tiene 50mmHg, el diagnóstico es peor. La duda es si es por encima de esta cifra.
2.    También se denomina insuficiencia respiratoria cuando la presión arterial de CO2 es mayor de 50mmHg que es lo que se denomina hipercapnia.
3.    Porque tenga los dos problemas a la vez.

Causas de la insuficiencia respiratoria


1.    Insuficiencia respiratoria por afectación del sistema nervioso central: Por ejemplo, por enfermedad cerebro vascular, en sujetos con tumor cerebral, en personas bajo el efecto del alcohol, en intoxicaciones por drogas, en traumatismos craneoencefálicos…

2.    El sistema nervioso central se conecta con los pulmones por nervios así que lesiones en los nervios pueden causar insuficiencia respiratoria. Por ejemplo, el tétanos, el síndrome de Guillan Bone, poliomielitis, esclerosis múltiple…

3.    Los nervios acaban en los músculos por lo que enfermedades musculares pueden ser causa de insuficiencia respiratoria. Por ejemplo, la poliomielitis, la enfermedad miastenia gravis, lesiones traumáticas o tumorales de la médula espinal, intoxicación de botulismo…

4.    Los músculos activan la movilización de la caja torácica por lo que alteraciones de la caja torácica pueden dar insuficiencia respiratoria. Por ejemplo, cifoescoliosis, traumatismo torácico.

5.    Enfermedades en vías aéreas y pulmones: Tumores traqueales, EPOC, sujetos con asma, neumonía, embolismo pulmonar, patología pleural… El origen más frecuente son las enfermedades broncopulmonares.

Tipos de insuficiencia respiratoria


        Insuficiencia respiratoria aguda: Es aquella que se desarrolla en un corto periodo de tiempo en una persona previamente sana.

        Insuficiencia respiratoria crónica: Es aquella que está habitualmente en un sujeto. Aquí están fundamentalmente los pacientes con una EPOC.

        Insuficiencia respiratoria crónica agudizada: Es aquella que sufre agudizaciones en un paciente previamente insuficiente.

        Insuficiencia respiratoria latente: Es aquella que sólo se pone de manifiesto en determinado momento como puede ser en sujetos que realizan un esfuerzo físico.

        Insuficiencia respiratoria parcial: Es aquella que solo presenta hipoxemia.

        Insuficiencia respiratoria global: Además de hipoxemia hay hipercapnia.

Manifestaciones clínicas de la insuficiencia respiratoria


La clínica de estos sujetos depende de varios factores:

                Hipoxemia:

Un sujeto con hipoxemia, sobre todo si esta es aguda, tiene somnolencia, nerviosismo, incoordinación motora, disminución de la capacidad intelectual. Todo esto recuerda un poco a la intoxicación alcohólica aguda.
Además suelen tener taquicardia y no es rara también la hipertensión. Si continúa la hipoxemia puede haber bradicardia, hipotensión, shock e insuficiencia cardiaca. Si no se corrige conlleva a la muerte.
Si hay hipoxemia nos encontraremos a la exploración con cianosis que indica que la concentración de la hemoglobina reducida supera los 5g% y la presencia de cianosis suele indicar que la presión arterial de oxígeno está entre 40 y 50mmHg.

                Hipercapnia:

Los signos y síntomas son desorientación temporoespacial, somnolencia más acusada que en la hipoxemia y alteración de la conciencia que puede llegar al coma. Puede conducir a la muerte del sujeto.
Es muy característico que los pacientes con  hipercapnia, sobre todo si es aguda, presenten una vasodilatación y a consecuencia de esta dilatación pueden aparecer los siguientes datos:

Sudoración importante.
Taquicardia porque aumenta el gasto cardiaco.
Cefalea por dilatación de los vasos cerebrales.
Edema de papila por esa vasodilatación.
Las extremidades y la piel están calientes y además es frecuente que tengan contracciones musculares involuntarias y temblor aleteante que se presenta a nivel de las manos y que no para cuando le pides que mantenga las manos quietas.

                Síntomas relacionados con la enfermedad causal.

                Síntomas que dependen de la causa desencadenante.

Diagnóstico de la insuficiencia respiratoria


Exige el análisis de los gases. Para ver la causa hay que hacer una exploración y ver la historia clínica. En el 80% de los casos vasta con esto. En el otro 20% hay que hacer una exploración del sistema nervioso, una exploración neuromuscular y estudios del sueño.

Tratamiento de la insuficiencia respiratoria


El tratamiento etiológico sólo se puede realizar si se conoce la causa como una neumonía, un asma, un EPOC. Si no se conoce la causa hay que intentar corregir las alteraciones gasométricas:

Hipoxemia: Se corrige administrando oxígeno mediante gafas, mascarilla, nebulizadores, respiradores, tiendas de campaña… Administramos una FiO2 del 21%. Si decimos que ponemos las gafas de oxígeno a dos litros, el oxígeno que sale de un aparato está cerca del 100% pero necesitamos concentraciones que superen en poco al 21% (entre 24 y 40%) y entonces lo que hacemos es mezclar el oxígeno 100% con el de la atmósfera y esos dos litros es la velocidad con la que se va a hacer la mezcla. Estas cifras no son del todo reales en gafas pero con máscaras la concentración si que se acerca a la real. Si dices una máscara al 35% y a 8 litros, significa que le das al paciente oxígeno al 35% con la velocidad de 8l/min que es la velocidad que lleva el aire, consiguiendo una concentración del 31% que se consigue mezclando aire al 21% con 100%. 
Los pacientes con EPOC y con insuficiencia respiratoria crónica global, generalmente respiran malamente porque el estímulo hipoxémico les hace respirara, por consiguiente si a esos pacientes que llegan a urgencias le poner oxígeno por gafas a 2 litros creyendo que le vas a dar una concentración buena, a lo mejor le das unas concentraciones tan elevadas que le quitas la hipoxemia y les dejas sin respiración porque lo que les hace respirar es la baja concentración de oxígeno. En ellos lo recomendable es darles el oxígeno que necesitan  por máscara. A veces el sujeto tiene una insuficiencia respiratoria tan grande que hay que darle oxígeno por sistemas de reinspiración o mediante aparatos de ventilación mecánica.

 Hipercapnia: Se trata mediante el control adecuado de la enfermedad de base y de no ser así en ocasiones hay que proceder a intubar al sujeto y conectarle a un aparato de ventilación mecánica.

Muchos pacientes con insuficiencia respiratoria crónica y a tratamiento por hipoxemia se beneficiarán de la oxigenoterapia crónica domiciliaria. Se ha demostrado la utilidad de este sistema siempre que lo utilicen al menos 16 horas diarias con lo que se aumenta la supervivencia y mejora la calidad de vida. La oxigenoterapia domiciliaria se puede hacer por viarios sistemas:
 Oxígeno en balas que cada día se sustituyen más por los concentradores de oxígeno.
Concentradores de oxígeno: Son aparatos del tamaño de una estufa pequeña que cogen el aire de la atmósfera y la concentran al 96-98%. Estos aparatos sólo tienen dos inconvenientes que son ruidosos y que consumen energía eléctrica.
Oxígeno líquido que el enfermo lleva en una pequeña mochila de 1,5 a 3kg de peso y que le permiten deambular por la calle. Los beneficios son más cuando se tiene 16 horas incluida la noche.
   


TUBERCULOSIS PULMONAR

 Definición

Es una infección bacteriana que puede ser debida a varios tipos de agentes pero el fundamental es el mycobacterium tuberculosis. Si bien la tuberculosis se llama pulmonar, ésta puede propagarse a cualquier parte del organismo originando una infección sistémica.

Epidemiología


La tuberculosis es una enfermedad que está presente en cualquier zona del mundo si bien es cierto que donde es más frecuente es en los países más pobres. Continua siendo una enfermedad de elevada incidencia. En nuestro país las cifras de incidencia media son de 50 a 60 casos nuevos por cada cien mil habitantes al año. En los últimos años, en algunos países que tenían prácticamente la tuberculosis controlada, ésta renació a consecuencia de la epidemia del SIDA. Se calcula que en el mundo puede haber todos los años tres millones de casos nuevos y pueden morirse de tuberculosis un millón de personas en el mundo. La tuberculosis puede afectar a cualquier grupo de edad pero sobre todo afecta a grupos en las edades extremas de la vida, niños y ancianos.

Formas de transmisión


Podemos asegurar que solamente hay una forma de transmisión de la tuberculosis y es mediante la vía aérea. Para ello se precisa que estén en el ambiente los bacilos tuberculosos que vienen de enfermos de tuberculosis que expulsan los mismos al estornudar, toser, hablar… Una vez que son expulsados permanecen suspendidos en el aire en forma de aerosoles que se denominan gotitas de pflügge. Estos aerosoles pueden permanecer mucho tiempo en el aire cuando se emiten en una habitación con poca ventilación. Si está bien ventilada se difuminan por toda la atmósfera y tienen menos poder contagioso. La tuberculosis no se transmite por los llamados fómites que son todas aquellas cosas que toca o utiliza un enfermo tuberculoso.

Factores que intervienen en la transmisión de la tuberculosis


Ø  Dependientes del foco: Solamente te pueden transmitir tuberculosis los pacientes que presenten bacilos tuberculosos al estudio por el microscopio. Los que mayor capacidad de contagiar tienen son los que presentan una forma de tuberculosis que se llama tuberculosis cavitaria, es decir, que tienen lo que se llama una caverna que es una zona del pulmón que está destruida. En la caverna hay material de putrefacción que es un excelente medio de cultivo para la micobacteria tuberculosa.

Ø  Para adquirir una tuberculosis, el contacto con el agente emisor debe ser estrecho o íntimo y sostenido. Es muy raro que una persona adquiera una tuberculosis porque un día inhale el bacilo. Sin embargo si tu convives con un paciente tuberculoso puedes padecerla.
Ø  Dependientes del tratamiento: Se ha demostrado que es suficiente con dos semanas de tratamiento para que cese la capacidad contagiante del enfermo.
Ø  Situación de las defensas pulmonares: La enfermedad tuberculosa se va a dar sobre todo en personas como los alcohólicos, los inmunosuprimidos bien porque tengan enfermedades que cursen con alteración de la inmunidad o bien porque reciban tratamientos con sustancias que alteren la inmunidad como quimioterapia, corticoesteroides… Otra enfermedad importante que cursa con alteración de las defensas es el VIH. También tienen más predilección para la tuberculosis los sujetos desnutridos, los gastrectomizados, los silicóticos…

Alergia e inmunidad


Una vez que penetra el bacilo tuberculoso en nuestro organismo se va a encontrar con una serie de mecanismos defensivos que van a intentar que no se produzca una tuberculosis. Los mecanismos son:

    Inmunidad natural: Es la capacidad de resistencia que tiene nuestro organismo frente a cualquier tipo de infección. Esta capacidad viene determinada genéticamente, es decir, nacemos con ella.

     Inmunidad adquirida: Cuando penetran los bacilos tuberculosos con el pulmón van a ser controlados en primer lugar por los macrófagos que hacen dos cosas, por una parte pueden fagocitar y destruir los gérmenes tuberculosos y evitan la aparición de la enfermedad, y por otra parte, en respuesta a la presencia de bacilos tuberculosos, producen unas sustancias que se llaman linfocitos que lo que hacen a su vez es estimular a los propios macrófagos y a otras células que se llaman linfocitos T de manera que ante otro posible contagio los macrófagos por una parte están especializados en la lucha contra el bacilo tuberculoso y los linfocitos T guardan en su memoria que ya han tenido que luchar contra la infección. El tipo de defensas por consiguiente que luchan contra la infección tuberculosa pertenecen al sistema defensivo celular porque únicamente participan células que son macrófagos y linfocitos T. Este tipo de defensa adquirida tarda en aparecer unas tres semanas después del contacto con el agente tuberculoso.

La alergia específica o hipersensibilidad a la tuberculina es un tipo de reacción de hipersensibilidad (alergia) de carácter retardado que consiste en que en nuestro organismo al estar en contacto con algún componente del bacilo tuberculoso, como la tuberculina, responde produciendo células que son los linfocitos T que van a guardar memoria del contacto con el bacilo tuberculoso. La reacción de hipersensibilidad a la tuberculina tarda en aparecer unas tres semanas después del contacto inicial. Cuanto más hipersensibilidad haya, es decir, cuánto mayor sea la reacción de la tuberculosis mayores posibilidades tiene el sujeto de padecer una enfermedad tuberculosa.


                                      Formas clínicas
Hay fundamentalmente dos formas clínicas:

 Tuberculosis primaria:

Es aquella que se produce en un sujeto que no ha tenido un contacto previo con el bacilo tuberculoso.

Patogenia y anatomía patológica de la tuberculosis primaria:

Cuando los bacilos tuberculosos por inhalación llegan a los pulmones, se distribuyen sobre todo en las zonas inferiores de los pulmones. Una vez en los alvéolos, producen un acúmulo de neutrófilos dando lugar a una inflamación neumónica. Al poco aparecen los macrófagos, después los linfocitos y las células plasmáticas. En un 50% de los casos los macrófagos, linfocitos y células plasmáticas se distribuyen de forma organizada constituyendo los gránulos que son formaciones redondeadas en la cual el centro está constituido por las llamadas células epitelioides que proceden de los macrófagos y por fuera aparecen linfocitos y células plasmáticas. Desde las regiones inferiores, los bacilos tuberculosos pueden distribuirse por otros lugares. Para ello los gérmenes tuberculosos penetran en vasos linfáticos y a través de ellos llegan a los ganglios linfáticos. De estos ganglios linfáticos los más destacados son los que llamamos ganglios hiliares que están situados no en el pulmón sino en el mediastino en una región que se llama hilio. La presencia de un foco neumónico y de una adenopatía hiliar (ganglio linfático aumentado de tamaño) se denomina complejo primario de Ghon. A partir de aquí pueden entrar en la circulación sanguínea general y distribuirse por cualquier zona del organismo y entre otras llegan a los propios pulmones sobre todo a los vértices pulmonares. En estos lugares donde han llegado por la sangre aparecen las mismas lesiones anatómicas que en el foco inicial. Habitualmente sucede que las defensas son capaces de controlar la infección y van desapareciendo las lesiones iniciales. Es frecuente que aparezca sobre esas lesiones depósitos de calcio que permanecerán visibles radiológicamente durante toda la vida. Debajo del calcio los gérmenes quedan dormidos.

Manifestaciones clínicas:

La mayor parte de las veces, la tuberculosis primaria cursa de manera asintomática o con síntomas que pueden confundirse con un catarro común de manera que el único dato que demuestra que has tenido una tuberculosis primaria es la presencia de la reacción de Mantoux o de la tuberculina positiva. En algunos casos, puede haber síntomas y éstos son parecidos a los de la tuberculosis postprimaria. En aquellos casos en que la tuberculosis primaria tenga síntomas, hay que hacer una serie de exámenes complementarios.

Exámenes complementarios:

Hay que hacer un hemograma que suele ser normal y una radiografía de tórax donde nos encontramos lesiones compatibles con una neumonía y la presencia de adenopatías a nivel del hilio. Además podemos encontrarnos con derrame pleural.

Exámenes bacteriológicos:

Hay que hacer el examen de esputo. Es frecuente que los pacientes con tuberculosis primaria expectoren. Examinaremos ese esputo para investigar el agente causal. Lo que se puede hacer en ocasiones es obtener una muestra de aspirado gástrico con una sonda porque es posible que ese paciente haya deglutido algún material al estómago por el efecto de la tos. Si hay un derrame pleural, hay que proceder al examen del mismo, incluido la realización de una biopsia renal porque en esta biopsia es posible que aparezcan granulomas. Hay que hacer también la prueba de la tuberculina. La tuberculina ha de administrarse de forma intradérmica en una cantidad de 0,1ml. Hay que fijarse si el frasco estaba en la nevera y la fecha de caducidad. La tuberculina se mide a las 48 o 72 horas y hay que medir la induración. Se mide el diámetro que sea mayor longitudinal o transversalmente. La reacción de Mantoux es positiva cuando la reacción es superior a los 5 o 10 ml. Siempre que el sujeto no haya estado vacunado previamente de la tuberculosis porque esta vacunación puede dar reacciones falsamente positivas, si bien este efecto dura como mucho 10 años.

Tratamiento de la tuberculosis primaria:

En los casos que pasan desapercibidos, no se hace nada. Si se diagnostica como tal, el tratamiento será el mismo que el de la tuberculosis postprimaria.

Evolución de la tuberculosis primaria:

En la gran mayoría de los casos, la evolución es hacia la curación espontánea. Sin embargo, en algunos casos puede aparecer una tuberculosis clínica y que con tratamiento se cura y en otros casos, desde una tuberculosis primaria pasamos sin solución de continuidad a una postprimaria y, finalmente, es raro que desde una tuberculosis primaria se vaya hacia lo que se llama una tuberculosis miliar que se trata de una tuberculosis diseminada, es decir, que a parte del pulmón, pueden estar afectados otros órganos del cuerpo y uno de los más frecuentes son las meninges dando meningitis tuberculosa. Esta tuberculosis miliar se debe a la penetración en sangre, generalmente masiva, de los bacilos tuberculosos pulmonares.

                Tuberculosis postprimaria:

Es la más frecuente. La tuberculosis postprimaria puede surgir por la progresión de una primaria o puede surgir por una reactivación de aquellos focos tuberculosos, muchos de los cuales estaban calcificados, y habían aparecido en la tuberculosis primaria.
Esta última forma de aparición es la más frecuente. La tuberculosis postprimaria también puede surgir por una reinfección exógena, es decir, por respirar bacilos tuberculosos.

Características anatomopatológicas de la tuberculosis postprimaria:

  La tuberculosis postprimaria suele localizarse en los vértices pulmonares.

Es frecuente que aparezcan cavernas que son estructuras que se forman a consecuencia de una destrucción del pulmón. Estas cavernas pueden curar formando una fibrosis (cicatriz). Si bien, sobre esta fibrosis puede aparecer un depósito de calcio (calcificación). Estas cavernas pueden albergar un alto contenido en gérmenes, de manea que las personas que tienen tuberculosis con cavernas tiene un alto poder de contagio.
Puede haber zonas con una neumonía. Si observamos la zona afectada, aparece una inflamación en la que predominan los macrófagos y los linfocitos.
Es raro que en una tuberculosis postprimaria haya adenopatías y es raro también que exista derrame pleural.
En una tuberculosis postprimaria también existe una tuberculosis miliar.

Manifestaciones clínicas de la tuberculosis postprimaria:

Son de dos tipos extrapulmonares o pulmonares. En las extrapulmonares, el tuberculoso suele tener astenia (cansancio), anorexia, pérdida de peso, puede tener cefaleas, sudoración aumentada sobre todo nocturna. En caso de que afecte a una mujer la tuberculosis postprimaria, se producen alteraciones menstruales (amenorrea). En las tuberculosis pulmonares la manifestación clínica más frecuente es la tos que a veces es el único dato de sospecha de tuberculosis. Suele ser productiva, es decir, se acompaña de la producción de esputo que puede ser blanquecino, purulento, hemoptoico. También puede hacer dolor torácico aunque no es frecuente. También hay disnea. Cuando hay disnea a consecuencia de una tuberculosis, esto significa que la tuberculosis está muy extendida o esta tuberculosis se ha asentado en un paciente con una enfermedad previa.

 Exploración de un paciente tuberculoso:

El tuberculoso suele ser una persona de mal aspecto, delgado, pálido y es muy frecuente que en la exploración haya febrícula vespertina, que es una temperatura que no supera los 38 o 38,5ºC. A la auscultación pulmonar, a veces, no encontramos nada o están presentes signos anómalos como son roncus, estertores. La exploración además de pulmonar, ha de ser general. Hay que explorar el abdomen porque en algún tuberculoso hay afectación pulmonar y de otros órganos y así, una hepatomegalia o esplenomegalia pueden estar presentes. No debemos olvidar dentro de la exploración general el realizar una exploración neurológica buscando signos de una meningitis.

Exámenes complementarios de la tuberculosis postprimaria:

Hay que realizar un hemograma que puede estar normal o a veces hay signos de anemia. Hay que realizar también una bioquímica general con urea, glucosa, iones, pruebas hepáticas y creatinina que suele ser normal. Por último realizar una radiografía de tórax. Cualquier tipo de lesión  puede ser una tuberculosis. Las lesiones de una tuberculosis postprimaria suelen estar en los vértices. Es frecuente que aparezcan cavernas, pueden aparecer signos radiológicos de una neumonía o de una masa que es una tumoración en el pulmón.

Exámenes bacteriológicos de la tuberculosis postprimaria:

Muchos enfermos expectoran y en ese caso, hay que investigar el esputo en busca del mycobacterium tuberculosis que es el bacilo de Koch (BK). Este bacilo se investiga habitualmente mediante una tinción de Ziehl. Se deben examinar tres esputos. Los mejores son los primeros de la mañana. El microbiólogo te puede decir que hay presencia de bacilos ácido alcohol resistentes que en la inmensa mayoría de ocasiones van a ser BK, por eso el diagnóstico definitivo de la tuberculosis vendrá dado por el resultado no de la tinción de Ziehl sino de un cultivo en medios especiales de ese mismo esputo que se llama cultivo de Lowenstein cuyo resultado suele darse a las tres semanas de la siembra y ahora, si que te puede decir que se trata de un BK. Si el paciente no expectora, podemos estimular el esputo sometiéndole a nebulizaciones con suero salino. Si a pesar de esto, no expectora, hacemos una broncoscopia para obtener material de dentro de los bronquios.

En los últimos años, se han desarrollado otros métodos diagnósticos de la tuberculosis. Estos, lo que determinan es la presencia en una muestra de material genético del bacilo tuberculoso que puede ser bien ADN o ARN del bacilo. Sin embargo, tienen un problema estas prueba además del precio y es que no distinguen si se traba de bacilo vivos o muertos. El microbiólogo se informa del estado de sensibilidad o resistencia de ese germen frente a los fármacos antituberculosos que pueden ser de ayuda a la hora de planificar el tratamiento.

Hay que hacer una reacción de Mantoux que suele ser positiva, ahora bien, puede ser negativa y no excluye una tuberculosis. La presencia de una reacción de Mantoux positiva solo indica que existe una infección tuberculosa que no es lo mismo que tener una enfermedad tuberculosa en la cual, además d3e unas manifestaciones clínicas, tiene que hacer un aislamiento del germen.

Tratamiento de la tuberculosis postprimaria:

Puede ser preventivo o curativo. El preventivo consiste en aislar a todo paciente con una tuberculosis para evitar el contagio con sus secreciones respiratorias. Un paciente debe estar unos 15 días aislado. No es necesario que el aislamiento sea en un hospital.
Puede ser una habitación siempre y cuando ésta esté bien ventilada y además le proporcionemos al paciente una buena máscara y también a los que le visitan. Se puede hacer la quimioprofilaxis que consiste en administrar una o dos drogas antituberculosas a sujetos que por ejemplo tengan contactos estrechos con este paciente y que tengan un Mantoux positivo siempre que se excluya la existencia de una enfermedad tuberculosa. A estos contactos estrechos con el paciente se les puede dar un fármaco (Isoniazida + Rifampicina) y se ha demostrado que dándola durante dos o tres meses, son tan eficaces como la anterior. Se puede hacerla vacuna antituberculosa la cual se hace con la BCG. Esta vacuna está indicada en los países del tercer mundo. Su eficacia es debatida pero al menos no es mala.

En el tratamiento curativo se emplean de forma conjunta una asociación de fármacos para intentar destruir el mayor número de gérmenes posibles, para evitar la aparición de gérmenes resistentes y finalmente, porque los gérmenes tuberculosos dentro del pulmón se encuentran en distintos lugares, así la mayoría están ubicados en el propio pulmón pero una cantidad importante de gérmenes se encuentran dentro del interior de los macrófagos y entonces, dado que algunos fármacos no penetran dentro de ellos, se emplea la asociación que actúe a todos los niveles. Los medicamentos antituberculosos más usados son la Isoniazida, la Rifampicina y la Pirazinamida. De primer orden también son la estreptomicina y etambutol. Tenemos la ventaja de que existen en el mercado preparados comerciales en los que van unidos la Isoniazida, la Rifampicina y la Pirazinamida (RifaterÒ) y además están unidos a dosis correctas lo que tiene gran importancia porque facilita la cumplimentación por parte del enfermo ya que lo toma una vez al día.

Existe un esquema de tratamiento que se llama esquema de tratamiento corto el cual tiene una duración de seis meses. Este esquema corto se hace durante dos meses utilizando a las dosis que sean los tres fármacos y los cuatro meses restantes suspendemos la Pirazinamida . Con este esquema corto y siempre que el enfermo cumpla el tratamiento se puede asegurar la curación en prácticamente todos los casos. Cuando la tuberculosis va mal suele ser bien porque no se cumpla el tratamiento o bien porque se trate de una tuberculosis multirresistente lo cual, constituye un problema grave de salud pública por dos razones la mortalidad y que pueden transmitir los gérmenes multirresistentes a otras personas. La Rifampicina puede teñir las secreciones de color rojo lo cual puede asustar al enfermo.




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